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La jubilación, un momento de incertidumbres, pero también de oportunidades

Disponer de tiempo. Eso es quizás lo que durante toda la vida hemos querido tener. Cuando llegamos a esa nueva etapa vital que marca el fin de la obligación laboral, la importancia de haberse preparado para disfrutarla cobra especial relevancia

Emma Vicente EM 14-11-2023

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El tema económico es algo fundamental en esta etapa, por eso, conviene informarse bien y hacer cuentas.

Entrar en el diccionario y buscar la palabra ‘jubilar’ es realmente para solicitar, urgentemente, a la Real Academia Española que lo revise. En su primera acepción, nos remite a ‘jubileo’, que no viene al caso aquí. Pero en la segunda, que se remite a la anterior –del lat. iubilāre; cruzado con jubileo, la jubilación se daba al cabo de 50 años de servicios, espacio de tiempo del jubileo–, los tres primeros significados son: “Disponer que, por razón de vejez, largos servicios o imposibilidad, y generalmente con derecho a pensión, cese un funcionario civil en el ejercicio de su carrera o destino”; “dispensar a alguien, por razón de su edad o decrepitud, de ejercicios o cuidados que practicaba o le incumbían”; y la más coloquial, “desechar algo por inútil”. No es hasta la cuarta entrada, y está en desuso, cuando dice algo positivo: “alegrarse, regocijarse”. 

Es por ello que es necesario dar un enfoque real, más allá de una interpretación lingüística, a un término lleno de oportunidades. Para la psicóloga María Gutiérrez, “la jubilación es adentrarnos en una nueva etapa y fase del ciclo vital. Cualquier cambio de ciclo vital supone un momento de crisis, y a la vez de oportunidad de reflexión y adaptación. A veces, la palabra crisis puede asustar. Sin embargo, las crisis vitales o existenciales suponen un reto para la reflexión y el cambio, son una oportunidad en sí mismas”.



IRRUMPEN LOS BABY BOOMER

Son muchos los que este año van a entrar en ese nuevo rol. La Seguridad Social refleja ya en sus estadísticas la llegada a la edad de jubilación de los baby boomer, como se conoce al nutrido grupo de población nacida entre 1957 y 1977. En concreto, España sumó entre enero y agosto 59.997 nuevos jubilados, un 90,6% más que en el mismo periodo de 2022.

El ritmo de jubilación de la generación baby boom se evidencia aún más al compararlo con las cifras del año pasado. En los ocho primeros meses de 2022, las oficinas de la Seguridad Social registraron a 31.471 nuevos jubilados. Los 59.997 de este año casi doblan esa cifra. 

España cuenta ya con casi  6,4 millones de de jubilados, un 1,95% más que en agosto de 2022. La tendencia seguirá al alza, al menos, en las próximas décadas, como apuntan las previsiones de la Seguridad Social y la propia pirámide de población española. 

Con la llegada a la jubilación de esta generación, los expertos coinciden en que se produce una ruptura del estereotipo clásico de la persona retirada. Y esto ya se percibe. Hablamos ya de un colectivo proactivo, que está desmontando esa imagen trasnochada de un mayor sin expectativas, es reivindicativo, formado, ha tenido una buena alimentación y atención sanitaria, condiciones laborales mejores, y que han vivido auténticas revoluciones en su vida.  “Los baby boomer están muy acostumbrados a grandes cambios: son la generación que pasó de la dictadura a la democracia, la que asumió una nueva identidad europea, la que vivió el cambio de la peseta al euro, la que incorporó la mujer al mercado laboral y también la que se ha adaptado al cambio del mundo analógico al digital. Todo ello ha hecho que sea una generación cognitivamente muy activa”, destaca Enric Soler Labajos, profesor colaborador de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).



PREPARARSE ECONÓMICAMENTE PARA EL CAMBIO DE ROL

La jubilación es un periodo de cambio brusco que afecta a muchas esferas: la económica, la del ocio, las relaciones personales, etcétera. Los expertos estiman que adaptarse puede llevar entre seis meses o un año, aunque depende de muchos factores, no solo individuales. Preparar esta nueva etapa es algo que debería estar en el imaginario colectivo ya integrado. 

Para el abogado laboralista Ignacio Solsona, “es el Estado quien debería procurar esa formación a los ciudadanos, o al menos, información básica, para que las personas puedan tomar decisiones en base a un conocimiento básico”. 

Mientras tanto, existen opciones interesantes. La Confederación Española de Aulas de Tercera Edad ofrece un curso de preparación a la jubilación, dirigido a mayores de 50 años, trabajadores próximos al retiro y jubilados con pocos años de su cese laboral, donde se busca sensibilizar a la persona que deja de trabajar y a su entorno sobre la necesidad de planificar bien su vida y su tiempo, mostrando un abanico de posibilidades a su disposición (de ocio, culturales, voluntariado, etcétera) y respondiendo a las posibles preocupaciones médicas, económicas, etcétera, que puedan surgir.

El tema económico es algo fundamental. ‘Ruta67.com’ es un blog de VidaCaixa que pretende servir de ayuda y guía fundamental en el camino para todos aquellos interesados en preparar el camino a la jubilación, “tengas la edad que tengas”, señalan desde la entidad. Desde su experiencia, “existe una mayor concienciación social de la importancia del ahorro a largo plazo. En un entorno en el que las pensiones públicas de jubilación tendrán una tasa de reemplazo que irá progresivamente a la baja, se hace más importante que nunca contar con un complemento de ahorro”. Y en este sentido, “consideran que la clave para tomar consciencia de la importancia del ahorro a corto, medio y largo plazo es la información. Que los españoles puedan saber con antelación cuál es la pensión pública de la jubilación de la que dispondrán llegado el momento”. 

Sobre cuestiones económicas, VidaCaixa hace dos apuntes una vez tomada la decisión de jubilarse. Si se dispone de un plan de pensiones, “la percepción del ahorro se puede hacer en forma de capital (cobrándose de una sola vez), en forma de renta financiera o vitalicia (una cantidad cada mes) o en forma mixta (una parte en forma de capital y el resto, poco a poco, en forma de renta). Rescatarlo de una forma u otra influirá en el resultado de la Declaración de Hacienda así que es conveniente tener en cuenta este punto antes de decidir de qué forma se quiere empezar a cobrar el dinero”. Si se necesita un complemento a la pensión pública percibida de la Seguridad Social para llegar a final de mes, “las rentas vitalicias son una herramienta muy interesante, puesto que están pensadas para aquellos clientes que deseen obtener una rentabilidad garantizada para sus ahorros, cobrando una pensión mensual vitalicia desde el primer mes”.  



PREPARARSE EMOCIONALMENTE PARA EL CAMBIO DE ROL

Resuelto este asunto, la psicóloga María Gutiérrez, apunta a otra preparación, “la de las reservas emocionales”. En este punto, Gutiérrez sugiere la diferencia entre si uno ha elegido jubilarse o esta obligado a hacerlo. En su opinión, “las personas que elijan jubilarse y hayan hecho una trabajo psicológico previo de reflexión, de hacerse preguntas, de dedicarse tiempo estarán más preparadas para enfrentar lo bueno y no tan bueno de esta nueva fase”. 

Luego hay que ver las expectativas. En su opinión, “hay que buscar un equilibrio realista entre la llegada de momentos muy buenos y también la aceptación de otros momentos que puedan ser más difíciles de enfrentar”. Es decir, “una persona que solo está esperando que todo sea bonito y no anticipe y pueda prepararse para enfrentar algunos momentos difíciles, tendrá más dificultades para afrontar esta etapa y estará menos preparado”.

Propone además reflexionar sobre la identidad de uno mismo, una etapa en la que “es crucial cuidar la autoestima”. Para María Gutiérrez, “aquellas personas que se definieron a sí mismas por sus carreras profesionales, tendrán que construir nuevos roles y nuevas facetas que ayuden a sostener esa autovaloración”. Y añade: “una persona que se conozca bien, que esté acostumbrada a reflexionar acerca de sí misma, de su vida, de sus pensamientos, de sus emociones, de sus sensaciones corporales, de sus relaciones con los demás, que tenga la capacidad de hacer una autocrítica y también de tener una mirada amable y comprensiva hacia sí misma, estará más preparada que alguien que tiene poco conocimiento de sí mismo y de su relación con su mundo interior y con el mundo exterior”.

Finalmente, hay una cuestión a la que también se tienen que enfrentar los jubilados y que no se suele tener en cuenta: el cambio que va a experimentar su relación de pareja. Se inicia un nuevo tipo de convivencia, tal vez, de reencuentro, en la que será necesario construir otra vez esa vida juntos. Pero, a la vez, será una oportunidad de redescubrirse. 


DIFERENTES MODOS DE VER LA JUBILACIÓN

Las diferencias según el sexo a la hora de entrar en este nuevo rol del ciclo vital es evidente. 

La brecha de género que aún existe en las pensiones es definitiva. La pensión media de los hombres que actualmente se jubilan en España supone aún un 30% más que lo que cobran las mujeres, y esto conlleva que muchas de ellas puedan sentirse dependientes económicamente de sus parejas. Otro aspecto que marca una diferencia entre hombres y mujeres es “el mandato de género sobre la maternidad y los cuidados de familiares”, explica Gutiérrez. Aunque poco a poco esto va cambiando, hoy en día son aún mayoría de mujeres quienes reducen jornadas laborales o tienen trabajos parciales para cuidar a hijos o padres mayores. 

“El hombre suele vincular más su identidad al desempeño profesional y al jubilarse suele tener una crisis de identidad, mientras que la mujer que cuida y ha cuidado durante su vida a su entorno, envejece con una amplitud de roles (madre, vecina, hermana, pareja, etcétera). Cuidar da sentido y valores en las relaciones con los demás”. En definitiva, la experiencia de la psicóloga es que “las mujeres están más abiertas a reinventarse aprendiendo, apuntándose a actividades que se les ofrecen, a buscar una red de apoyo. Mientras que muchos hombres tienen menos red de apoyo fuera del entorno profesional y tienden a alargar su vida laboral o continuar en una actividad que le reporte ingresos económicos”.

También la jubilación cambia si vivimos en un entorno rural o urbano. El aislamiento y la soledad del primero es uno de los grandes inconvenientes, sin embargo, también tiene ventajas. Para la psicóloga “en este ámbito, la cooperación, solidaridad, ayuda y la sensación de fortalecer los lazos de las relaciones interpersonales es mucho mayor que en un entorno urbano donde las personas que se jubilan pueden pasar más desapercibidas y en un anonimato”. 



HOY SE JUBILA: ¿QUÉ DEBE HACER?

Cuántas veces habrá dicho: ¡Qué ganas tengo de jubilarme! Ha llegado el día. Si hablamos de cuestiones prácticas, desde VidaCaixa nos explican los pasos a seguir en su blog ‘Ruta67.com’. 

La manera más sencilla de pedir cita previa para solicitar la jubilación es vía el sistema cl@ve o el certificado digital, pues se puede obtener desde la sede electrónica de la Seguridad Social. Se pueden presentar todos los trámites a través de la web de forma sencilla, así como rellenar la solicitud y firmarla. 

Otra opción es pedir cita previa a la Seguridad Social por teléfono. Estos pasos también son muy fáciles. El trámite se puede hacer en cualquier momento ya que tienen un horario ininterrumpido. Y es que se lleva a cabo mediante un sistema determinado previamente, por lo que la gestión es automática. 

Cuando acuda a la cita previa para solicitar tu jubilación, deberá llevar el DNI y el formulario de jubilación cumplimentado. Si quiere que sea otra persona la que presente su solicitud, deberá llevar también la documentación de representación legal. 

¡Y a disfrutar del resto de la vida!



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